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Escuchar: aprender a escuchar con el corazón


Foto: Corbis
contenido
  1. Escuchar es un arte que puedes aprender
  2. ¿Cómo percibimos lo que realmente dice nuestra contraparte?
  3. Hay cuatro tipos de escucha.

Escuchar es un arte que puedes aprender

Escuchar significa cuidar al que habla. A sus palabras, gestos, sus expresiones faciales. El autor más vendido, Mark Nepo, nos presenta el arte de escuchar.

Solo cuando la voz de su esposa se convirtió en un suave susurro, y apenas pudo seguir las conversaciones de sus amigos, Mark Nepo se dio cuenta del precioso regalo de nuestra audiencia. El canto de los pájaros, el sonido del mar, sus canciones favoritas: todo se hundía cada vez más en una niebla de silencio.

Un mundo sin sonido: para el autor más vendido, resultó ser una saludable lección de humildad. ¿Pero que había pasado? La quimioterapia había destruido gradualmente las células ciliadas de sus oídos. Hoy lleva implantes. En retrospectiva, sin embargo, el tiempo de silencio también le abrió el acceso a un mundo nuevo. Por hoy, gracias a estas experiencias límite, domina el arte extremadamente raro de escuchar.

Comenzó a mirar conversaciones en lugares públicos, en parques y cafeterías. ¿Cómo interactuaban las personas entre sí? ¿Y cómo se comportó en las conversaciones? ¿Qué actitud caracteriza a un buen oyente? ¿Qué sucede cuando estás con amigos? ¿Alguien más realmente escuchó? ¿Y cómo es eso posible, escuchando bien?

¿Cómo percibimos lo que realmente dice nuestra contraparte?

Escuchar es un arte. Requiere empatía, concentración, fuerza de voluntad y una voluntad de rendirse. Cuando aprendemos este arte, escuchar se convierte en una forma de amor.

Estar presente

Si queremos ser un buen oyente, debemos centrarnos en el otro y no esperar con impaciencia nuestra propia palabra. Al principio no es fácil, pero podemos entrenarlo. Mejor con un buen amigo.
Y así es como funciona: siéntate enfrente, mantén el contacto visual. Y ahora al otro se le permite hablar durante cinco minutos. No importa que. Sin interrupción Luego intentamos repetir lo que dijimos con nuestras propias palabras y describir el significado con la mayor precisión posible.
Este ejercicio trata de empatizar con la pareja y prestarle toda su atención. Esto requiere dedicación y una alta concentración, porque se trata de filtrar los tonos intermedios.

TOMA TIEMPO

Escuchar correctamente requiere atención, reconocimiento y validación, así que apaga tu TV y teléfonos, mira la conversación y concéntrate en lo que dice. Él es la persona más importante del mundo en este momento. El arte de escuchar es devolver el ego, poner al otro en el centro de atención. Escuchar es una forma de expresar a los demás que lo que dicen tiene valor que es de interés. Una vez que el otro reconoce esto, se siente respetado y valorado como persona.

ESCUCHA LA CRÍTICA

Escuchar realmente significa tener la opinión de otra persona válida sin defensa, crítica o impaciencia, incluso cuando se trata de asuntos personales. Escuchar comentarios está activo. En lugar de ser pasivamente pasivos, es mejor que hagamos preguntas, solicitemos detalles e intentemos empatizar con los demás. Cuando intervenimos para justificarnos y deshacernos de lo que arde en nuestras almas, incluso antes de darnos cuenta de lo que dice el otro, esto desencadena un cortocircuito en la comprensión mutua.

ESCUCHA LOS OJOS

Escuchar bien también significa que nos encontramos con nuestra contraparte no solo con la relación, sino también con la memoria emocional de la experiencia. Vemos cómo son las expresiones faciales, escuchamos el tono de voz, percibimos sutiles matices. Un buen oyente no se contenta solo con las palabras del otro. También absorbe lo que no se dice, lo que se esconde detrás de las palabras.

ESCUCHAR ES UN ACTO DE LA DEVOCIÓN

Escuchar significa cuidar al que habla. Para aprender el arte de escuchar, debemos centrarnos más en los demás. Eso suena banal, pero no es fácil en una sociedad del ego. Cada vez que pensamos que nuestras propias preocupaciones son menos importantes que las de nuestros amigos, vecinos o colegas, estamos dando un paso decisivo en la dirección correcta.

Hay cuatro tipos de escucha.

1. Del ego al nosotros

La atención plena es el puente hacia la comprensión

"Escuchar con atención requiere una mente libre, un corazón abierto y un interés en los demás, y no funciona sin un sincero deseo de estar realmente cerca de los demás", dice Mark Nepo. Y eso nos cuesta tiempo. Requiere que nos involucremos en un encuentro.

Si nos tomamos este tiempo, escuchamos lo que otras personas tienen que decir, eso cambia nuestra percepción. Escuchamos activamente, percibimos matices, entramos en diálogo, y ese es uno de los requisitos previos más importantes para las buenas relaciones. También en la vida profesional.

Pero con demasiada frecuencia, creemos que necesitamos defender nuestros argumentos y opiniones, que hemos obtenido de las buenas y malas experiencias. Casi a diario, podemos observar el reflejo de cómo estamos a punto de imponer nuestras creencias a los demás. En lugar de escuchar y comprender, damos consejos. Si escuchamos algo que nos irrita o inquieta, nos encontramos con estas nuevas impresiones con escepticismo. Si no estamos seguros, tratamos de encontrar algo en nuestro repertorio de argumentos listos lo antes posible, lo que respalda nuestro punto de vista. "Por lo tanto, durante una conversación, verifique si está escuchando o solo está buscando afirmaciones que respalden sus propios puntos de vista y argumentos", aconseja Nepo. La escucha sincera y atenta requiere imparcialidad.

Escuchar atentamente significa no reaccionar ni responder. Es la voluntad de prestar toda nuestra atención a los demás y recuperarnos a nosotros mismos. Para dejarnos entrar, para mostrar simpatía sin querer controlar activamente una conversación. Solo para estar allí para el otro y solo para dar consejos si se nos pide específicamente que lo hagamos. De acuerdo, ese es uno de los ejercicios de atención plena más difíciles.

2. Sea empático

Por qué a menudo es difícil para nosotros establecer una verdadera proximidad

La oración: "Lo sé, ya lo he experimentado". Es un asesino de empatía. Suena paradójico: pero al hacer que los problemas de uno sean nuestros, evitamos que se sienta comprendido por nosotros. ¿Por qué? Porque cada persona quiere ver sus sentimientos como únicos y respetados.

La escucha empática requiere que hagamos nuestra la visión del mundo de otro ser humano sin teorías y preconceptos prefabricados.

Un ejercicio pesado que la mayoría de la gente resiste. Pero solo a través del cambio de perspectiva experimentamos la verdad subjetiva del otro. Y esa es la verdad sobre él y sus pensamientos.

¿Y cómo funciona en la práctica? El psicólogo Carl Rogers recomienda la siguiente estrategia muy simple: Antes de expresar su propia opinión en una conversación o disputa, debe reflejar los puntos de vista del otro en sus propias palabras. "Eso suena fácil, pero no es tan fácil", explica Rogers. "El efecto es sorprendente, y encontrarás que la emoción en las disputas disminuye inmediatamente, las diferencias desaparecen y los problemas que inicialmente parecen irresolubles casi se resuelven solos".

3. El poder del silencio.

¿Cuándo escuchaste por última vez la llamada del mar?

Ella es la maestra perfecta que puede enseñarnos el arte de escuchar como ningún otro: la naturaleza. Como ella compone las sinfonías más maravillosas, nos muestra que podemos escuchar sus maravillosos mensajes solo si nos involucramos con ellos.

Si nos permitimos escuchar los sonidos de la naturaleza, dedicarnos a ellos con tiempo libre y cierta devoción, también podemos escuchar a nuestros semejantes con más atención y respeto. Cuando Mark Nepo perdió la audición hace más de 25 años, extrañaba dolorosamente el canto de los pájaros y el sonido del mar. Solo se sintió vivo nuevamente cuando un implante lo ayudó a una nueva audiencia. En ese momento, me di cuenta de qué regalo es escuchar las obras maestras de la naturaleza. Y la verdadera escucha comienza cuando aprendemos a respetarlos y valorarlos en toda su diversidad.

4. La clave de la libertad.

¿Con qué frecuencia escuchas la voz de tu corazón?

Si no nos escuchamos a nosotros mismos, nunca podremos escuchar adecuadamente a otras personas. Porque con la voz interior, nuestra intuición, no solo la mente, sino nuestro corazón nos habla. Hay buenas razones para escuchar, porque ella es muy sabia.

Nuestro corazón tiene su propio sistema nervioso pequeño: un cerebro independiente que registra impresiones y cambios a medida que almacena recuerdos. El corazón percibe y siente, completamente independiente.

Los investigadores confirman que la voz del corazón existe. ¿Pero por qué es tan difícil para nosotros escuchar? Porque lo hemos olvidado. Porque sus susurros son a menudo sutiles. Porque a ella le gusta comunicarse sobre nuestros sueños con nosotros, que no se llaman deseos sinceros para nada. Y porque a menudo no queremos entender esa voz, porque para seguirla, podríamos tener que abandonar nuestra conocida zona de confort. Toma riesgos. Nuevo desafío.

Pero todos sabemos que nuestros corazones no dejarán de hablarnos. Una y otra vez Nuestros sueños quieren ser vividos, los anhelos claman por su realización. Aunque nuestras mentes digan lo contrario, debemos confiar en nuestros corazones. Escúchalo. Podría ser el mensaje más importante de nuestras vidas.

Texto: Christiane S. Schönemann e Ina Brzoska

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